EL ENCANTO DE LAS LÁMPARAS TURCAS

Fabricadas con una técnica milenaria, las lámparas turcas quedan bien en cualquier lugar de la casa, incluyendo, por supuesto, las terrazas.

Sin duda, son una de las artesanías más hermosas de la historia. Hablamos de las lámparas turcas, elaboradas a mano con una técnica de vidrio tipo mosaico que data del siglo XI y que se originó en la bella Estambul. Ahí, desde el tiempo de los Selyúcidas de Anatolia y en época bizantina se llevaban a cabo complejos procesos de fundición de vidrio y moldeo por prensado que permitieron obtener productos de vidrio de múltiples formas, intensos colores y tamaños pequeños. Desde ventanas de iglesias hasta objetos de uso cotidiano se fabricaban con esta técnica, destacando, por sobre todo, los candiles de cristal.

El siglo XVI fue el de mayor auge en la producción de vidrio turco. Los artículos elaborados por los artesanos otomanos incluyeron floreros, vasijas, garrafas, espejos, botellas de perfumes y más. Tiempo después, Selim III, sultán del Imperio Otomano a finales del siglo XVIII, impulsó la llegada de nuevas técnicas y fabricantes desde Francia. Con el paso de los siglos se multiplicó el número de talleres y artesanos de vidrio, convirtiéndose en una industria de fama internacional. 

Uno de los lugares en los que más variedad de diseños de lámparas turcas se pueden encontrar es el Gran Bazar de Estambul, compuesto por más de cuatro mil tiendas repartidas en 64 calles que abarcan en total alrededor de 45 mil metros cuadrados. Desde ahí trae sus lámparas Josefa Iturrieta, la fundadora de Turkuaz, Objetos con Historia, cuyos lindos modelos están disponibles en nuestra tienda.

"Lo que más me gusta de las lámparas turcas son los colores y su forma, están tan ligadas a medio oriente que al verlas uno traslada su imaginación a esos lugares. La primera vez que estuve en el Gran Bazar quedé impactada con esos puestos abarrotados de lámparas de todos los tipos, tamaños y colores y quise traérmelas todas. En total he tenido 3 proveedores distintos desde que empecé a traerlas, los que he cambiado por menores precios, mayor variedad y mejor calidad. Lo primero y más importante que exigí a los proveedores fue ver cómo fabricaban las lámparas, porque muchas personas dicen ser los fabricantes pero en realidad son revendedores", nos cuenta.

Sobre la técnica misma, todas estas lámparas están hechas de forma totalmente artesanal en Turquía. Cada una se compone de una parte metálica de latón y globos de vidrio o cristal de dos capas, siendo la primera una capa lisa que luego se recubre con un segundo globo que es el mosaico final, siendo todas piezas únicas e irrepetibles.

Acerca de su uso, Josefa nos aconseja que "hay que tener en cuenta que son lámparas más decorativas que funcionales, quiero decir que si uno quiere hacer un ambiente acogedor, relajado y entretenido, estas lámparas son perfectas, pero no son la mejor opción como luz única para espacios que requieren mucha iluminación. Por lo general la gente las lleva para el living, salas de estar, hall de entrada y terrazas. También las usan mucho en segundas viviendas donde se dan permiso para decorar con más colores y armar ambientes menos clásicos y más entretenidos. El mismo criterio se aplica al caso de las terrazas, donde sólo basta tener un techo que las proteja de la lluvia para poder lucirlas".

Encuentra las lámparas turcas de Turkuaz acá.

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