QUE LA LUNA DE MIEL PERDURE EN TU TERRAZA: NUESTRA COLUMNA EN DENOVIOS

En la última edición de la Revista DeNovios (nº 157), dedicada a la luna de miel, propusimos ideas para que tu terraza o balcón se transforme en ese espacio de relajo en donde puedas evocar siempre esa sensación de vacaciones que todos amamos. Léelas a continuación.

Sabemos que el regreso de la luna de miel puede ser duro: la vuelta al trabajo, a la rutina, a tu ciudad de siempre… Pero no te deprimas y piensa en lo entretenido que será dar comienzo a esta nueva etapa de casados.

Si bien muchos novios optan por vivir juntos antes de casarse, el regreso de la luna de miel siempre es un buen momento para decorar o redecorar el hogar. Por una parte, están los regalos de matrimonio, con los que se puede hacer mucho. Por otra, esas ganas de empezar de cero que vienen después del relajo de la luna de miel.

El mejor consejo que te podemos dar como amantes de las plantas y el aire libre es que no te olvides de tu terraza o balcón. Tanto si viven en casa como en departamento, la terraza es EL lugar donde podrán evocar la placidez de la luna de miel. Porque no hay como el contacto con el aire libre para desconectarse de las preocupaciones diarias.

Por eso, no empieces a llenar tu terraza o balcón con cajas de cosas que no vas a usar. Lo que no vas a utilizar, véndelo o regálalo de una vez. No importa su tamaño, es mucho lo que puedes lograr en tu terraza o balcón si la decoras con amor.

Lo primero es, de acuerdo a su tamaño, pensar en los asientos. Pueden ser sillas, sofás, puf o cojines dependiendo del uso que le quieras dar al espacio y del tipo de ambiente que quieras armar. Lo mismo con la mesa, que puede ser de centro, lateral o algo tipo comedor. Si la terraza o balcón es grande, puedes armar más de un ambiente.

Elegido el mobiliario, añade color con textiles como cojines y mantas que combinen con los tonos de los muebles y, finalmente, “cierra” el ambiente con una linda alfombra, idealmente de exterior.

Pasa luego a los complementos, como los adornos, la iluminación y las plantas. A través de los adornos que elijas puedes impregnar el lugar de tu personalidad. No importa si te gusta el color, la onda zen, o eres más moderna: hay alternativas para todos los gustos.

La iluminación es importante. Si puedes, pon una lámpara que te guste y que combine con el resto de los elementos como luz principal y combínala con guirnaldas y velas que le den un toque de calidez a la terraza.

Dejamos para el final las plantas, pero no porque no sean relevantes. ¡Todo lo contrario! Es más, si estás limitada de presupuesto y no puedes poner nada de lo anterior, asegúrate de que en tu terraza habiten, al menos, un par de plantas. Elige maceteros bonitos, ya sea de plástico de colores o de materiales como la greda o la cerámica. Puedes poner las plantas en distintos niveles usando portamaceteros, mesas y repisas. Si no dispones de mucho espacio, los maceteros que se cuelgan de la baranda serán tus mejores aliados.

Para elegir las plantas adecuadas debes conocer la orientación de tu terraza y la cantidad de sol que recibe, así como tu disposición a cuidarlas. Si tienes poco tiempo, te recomendamos optar por los cactus, suculentas y otras plantas “aperradas” como los cardenales o los agapantos. Otra excelente alternativa son las huertas verticales, que te permitirán tener hierbas y otras especies a pocos pasos de tu cocina.

Como puedes ver, decorar la terraza no requiere de mucho esfuerzo ni presupuesto, sólo algo de dedicación y las ganas de hacerlo. Manos a la obra y a disfrutar de ese espacio de relajo y desconexión.

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